La obesidad es una afección grave que puede producir complicaciones, las principales patologías asociadas a la obesidad son.
1. Diabetes tipo 2: enfermedad crónica en la cual hay un alto nivel de azúcar (glucosa) en la sangre, debido a que el cuerpo no produce o no usa bien la insulina, hormona que permite que la glucosa entre a las células para darles energía. El problema es que tener altos niveles de glucosa circulando, puede afectar el funcionamiento de varios órganos.
2. Hipertensión arterial: patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Si no es tratada médicamente, desencadena complicaciones graves, como un infarto al miocardio o un ataque cerebrovascular.
3. Hígado graso: acumulación excesiva de grasa en las células del hígado, que produce inflamación no viral tipo hepatitis o fibrosis, pudiendo llegar a cirrosis. No produce síntomas, por lo que es considerada una enfermedad “silenciosa”.
4. Síndrome de apnea del sueño: trastorno en que la persona hace una o más pausas en la respiración durante el sueño, las que pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. Como el sueño es de mala calidad, se siente cansancio y sueño durante el día. De no ser tratado, este síndrome aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial, infarto cardíaco, accidente cerebrovascular, arritmias o latidos irregulares del corazón. También aumenta las probabilidades de sufrir accidentes automovilísticos o de trabajo.
5. Problemas osteoarticulares: el sistema musculoesquelético también se puede ver afectado y, dependiendo del grado de sobrepeso u obesidad, las secuelas serán más o menos importantes. Puede haber deformación de los huesos, lumbago, osteoartritis, trastorno de la marcha, osteoporosis, fibromialgia, entre otras.
6. Infertilidad: la obesidad en mujeres presenta un mayor riesgo de menarquia precoz (primera menstruación), caracterizada por ciclos menstruales irregulares o hasta su ausencia. También es común que demoren más en conseguir un embarazo espontáneo o incluso pueden tener problemas de infertilidad, siendo esta tres veces superior que en la mujer con peso normal.
En los hombres la obesidad se ha relacionado con un empeoramiento de la calidad seminal y con un aumento del riesgo de infertilidad, independientemente del IMC de la pareja. La American Society for Reproductive Medicine (ASRM) indica que la obesidad masculina puede estar asociada a cambios en los niveles de testosterona y otras hormonas importantes para la reproducción.
7. Dislipidemia: presencia de anormalidades en la concentración de grasas en la sangre (colesterol, triglicéridos, colesterol HDL y LDL). Las causas más comunes son consumo excesivo de grasas, azúcares y alcohol, tener diabetes, hipertiroidismo, sobrepeso, consumir algunos medicamentos y ciertos aspectos hereditarios. Conlleva complicaciones como infartos cardíacos y cerebrales, además de pancreatitis. Un adulto con obesidad tiene cuatro veces mayor probabilidad de tener dislipidemia, en comparación con personas con un peso normal.
Es recomendable buscar ayuda si ya nos encontramos en una de estas etapas y seguir las indicaciones de los especialistas para así obtener los mejores resultados posibles en la pérdida de peso, logrando a si tener una mejor calidad de vida.